Con casi dos hectáreas con amplios jardines y parquización de diseño, hacen del hotel un lugar único y acogedor. Se distingue además por sus dos piscinas cubiertas y climatizadas, una exclusiva para adultos y otra para toda la familia, con un completo spa con tratamientos de belleza y relax. También se caracteriza por su posible régimen de pensión completa, por ofrecer bungalows y suites con diferentes comodidades, salones y servicios para eventos y convenciones y por ser pioneros en Cariló en este tipo de servicios.
Desayuno, almuerzo y cena. Aromas, sabores y colores distinguen nuestra cocina, que tiene algunas variantes según la estación del año.
CONOZCA NUESTROS MENÚSEl Cariló Village surge como un sueño de una noche de verano, cuando en un asado familiar en 1986 dos amigos, propietarios veraneantes de Cariló, empezaron a imaginar y a soñar con la posibilidad de construir un apart hotel en el aún poco poblado Parque Cariló.
En aquellos años Cariló era un lugar de casas de veraneantes, pero no poseía ningún hotel. Las personas que venían al lugar eran propietarios, inquilinos o invitados; los demás tenían que hospedarse en Valeria del Mar o Pinamar. Cariló Village nace como idea de cubrir esa falencia del lugar. En aquel entonces las casas en Cariló se alquilaban por mes. Es por ello que en los origines del Carilo Village se pensó para quienes buscaban un lugar tranquilo, por una o dos semanas, y no querían complicarse con un alquiler. Los huéspedes podrían disfutar de la comodidad e intimidad como si estuvieran en una casa, pero con los servicios de la hotelería tradicional. Es por ello que desde los inicios se construyó en forma de bungalows.
El sueño se concretó finalmente con su inauguración el 20 de noviembre de 1987. Eran 16 bungalows de dos ambientes, distribuidos en cuatro edificios, un club house con administración, sauna e hidromasaje y piscina con solarium. A cada edificio le correspondió una letra del abecedario y los bungalows fueron identificados con nombres de flores, siguiendo la idea original de los descendientes de Héctor Guerrero, fundador de Cariló, que pusieron a la calles nombres de plantas y pájaros ordenadas por abecedario.
Desde 1987 hasta hoy el crecimiento fue constante. Los 16 bungalows pasaron a ser 60 y además cuenta con un gran área de spa, con dos piscinas cubiertas y climatizadas, gimnasio de aparatos, dos saunas y varios gabinetes para tratamientos de belleza y relax, restaurante, salones para eventos, sala de juegos y club infantil.